Mi historia

Lydia Freixes - Familyness

A veces, en la vida,
hay cosas que…

…no suceden como esperábamos.


Un proyecto, una relación, algún objetivo en el que habíamos depositado grandes expectativas… puede no salir como esperábamos. Tod@s hemos vivido algún episodio de reto en que hemos tenido que poner en juego nuestras fortalezas.

Me llamo Lydia Freixes y la historia de superación más significativa que he vivido y que acabó dando lugar a este proyecto, comenzó en 2013, cuando después de nueve meses de muchas ilusiones, me estrené como madre dando a luz una bebé con una afectación genética.

 
 


A partir de la llegada de mi primera hija quedé atrapada durante más de un año en la atención de sus necesidades especiales, tan desconocidas hasta la fecha para mi.

Esa dedicación absoluta me encaminó al aislamiento, llegando a tratar incluso de encontrar cómo resolver algo que no tenía solución…era ella, era así, y (afortunadamente) había llegado para quedarse…

Viví abrumada por emociones encontradas de rechazo, miedo, culpa, con las que conviví llena de amor por ella pero (ahora lo puedo ver) peleada con su condición.

Estaba transitando un camino de crecimiento personal ineludible, que me hubiera gustado poder compartir con otras familias…

Hasta que la vida me puso delante una semilla de felicidad: encontrar a dos madres de niñ@s con diversidad funcional que me hicieron sentir validada y vista en mis emociones diversas ya que entendían a la perfección por lo que había pasado.


Tiempo después nacería en mí la voluntad de volver al mundo laboral a través del emprendimiento social y solidario. Mi proyecto: mejorar la colaboración entre familias con necesidades especiales, contagiarles esperanza, así como ofrecerles mi apoyo.


Gracias a la gestión consciente de mi propia experiencia vital, tenía los pilares para acompañar a otras madres y padres que se encontraran en un proceso de aceptación estancado hacia sus hijas e hijos con barreras al aprendizaje y la socialización, o simplemente a familias que no acabaran de encontrar su equilibrio. Por ese motivo retomé mis estudios y me formé como Mentora y Coach Familiar Sistémica (UB) en un principio y en PNL (Programación neurolingüística) con la convicción de crear una plataforma que promueva el positivismo y el empoderamiento entre estas familias de capacidades diversas.

Definitivamente las familias con necesidades especiales (NEE) también podemos ser felices (happyness):
Familyness será el lugar donde encontrar la compañía y las herramientas necesarias para hacerlo no solo posible, sino también sostenible.

Y seguro que será mucho más, solo depende de ti y de mi, de todas aquellas familias que conviven cada día con la diversidad, cuya fuerza ha sido, es y será siempre: mi fuente de inspiración.


Aprovecho para agradecer aquí el apoyo de Barcelona Activa, entidad que me ha proporcionado su ayuda y un espacio para poder emprender, mediante retorno social.

Trata a un hombre tal como es, y seguirá siendo lo que es;
trátalo como puede y debe ser, y se convertirá en lo que puede y debe ser.

Niña NESS en Holanda

¿QUIÉN ES MI MUSA?

Aquí la tenéis! Ella es mi inspiración, su sonrisa y el modo en que sube la ceja izquierda cuando algo la sorprende, son gasolina para mi motor de superación.

Aunque al principio me costó verlo, tenemos mucho en común. Por ejemplo, le encanta conocer nuevos lugares y gentes como a mi.

Ha viajado en furgoneta, autocaravana, tren, barco y avión por distintos países. Uno de los juegos que más le gusta es llenar maletas de cachivaches con su hermanito e imaginar que se van a un lugar lejano.

Porque aunque se cansa mucho y necesita parar a menudo, estando de viaje es feliz y aprende cosas nuevas.

Al nacer, la genetista del hospital nos comentó que con su llegada deberíamos hacer muchos cambios y que nuestros viajes se verían reducidos.

¡Menos mal que no nos desanimamos!

Su vida sin los viajes sería tan aburrida como un verano sin piscina ni helados.

Tanto es así, que cuando llevamos un tiempo en casa sin movernos, es la primera que pregunta, ¿cuándo iremos de viaje de nuevo?

Y entonces veo que a su papi le brillan los ojos de contento y yo, me pongo las manos en la cabeza y sonrío.

Su hermano pequeño le ha contado que de mayor se comprará una furgo y la llevará por el mundo a hacer surf. Y yo, trato de no desanimarles. Pues aunque no sé si será así o no, me he dado cuenta que, las barreras más altas, son las que uno cree que no puede saltar.

…Y es que diagnóstico, no es igual a pronóstico.

Por eso, Familyness velará siempre por el derecho que tienen nuestros hijos e hijas NESS a ser un lienzo en blanco, con todas sus limitaciones confrontadas a su máximo potencial.

Niña NESS en Islandia

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